viernes, 9 de octubre de 2009

Arévalo se impone en la final del ciclo "Camino a matador" de Valencia




El joven de Moncada se impone en una aprovechable y noble novillada, aunque falta de recorrido en general, de Hdros. de M. Santos Alcalde, consiguiendo así su primera puerta grande con caballos en la capital del Turia. Por su parte José Mª Arenas compuso una buena faena con su primero mostrando sus buenas dotes pero no llegando a conectar en ningún momento con el tendido, aun de esta manera hubiese podido conseguir un
trofeo de no haber errado con los aceros. La mala noticia vino por parte del también valenciano Manuel Sarrión que comprobó como su primer novillo era devuelto a los corrales tras haber entrado a matar en cuatro ocasiones.

La actuación de José Arévalo se esperaba en esta su plaza desde que el 10 de Mayo fuese corneado en su segundo novillo, tras haber cortado una oreja a su primero y camino de otra con el que tubo su bautismo de sangre. El de Moncada no falló y ya dejó muy claras sus intenciones con un par de banderillas que le cedió José Mª Arenas en su primero y realizando un quite por gaoneras en el segundo de la tarde, correspondiente a Manuel Sarrión.
A su primero Arévalo lo recibió a portagayola, seguida de dos largas más de rodillas en los medios. Desde ese momento comenzó una de esas tardes a las que el valenciano tiene acostumbrado al público. Variado con el capote durante toda la tarde realizó gaoneras, largas cambiadas de rodillas, lopecinas, verónicas, revoleras, galleos por chicuelinas y rogerinas al paso para conducir a los novillos al caballo. En su primer tercio de banderillas devolvió el gesto a José Mª Arenas cediéndole el segundo par y en el tercero Arévalo recordó al ídolo valenciano, Dn. Vicente Ruiz "el Soro" con su par de la moviola. Dió comienzo a la faena con estatuarios a una mano, muy julistas, para a continuación dejar dos series por el pitón derecho mostrando un progreso considerable desde su última actuación, muletazos templados y con gusto. A partir de ahí la faena vino a menos. Culminó el novillero con manoletinas de pie y de rodillas, volviendo a enganchar al público, y una buena estocada cayendo así la primera oreja de la tarde.
Con su segundo no tuvo tanta opción como con el primero, un novillo que huía de la pelea y más bien se defendía en lugar de embestir. Arévalo volvió a mostrarse bullidor con el capote y en un tercio de banderillas más completo y serio que el de su primer novillo. Con la muleta trató de darle fiesta a un novillo que no quería saber nada de lo que allí estaba pasando y finalizó la faena con una buena estocada. Fue premiado con una oreja más por su arrojo y entrega y como recompensa al conjunto de todo lo mostrado en este concurso de camino a matador que por lo mostrado en esa faena. Merecidas las orejas y por fin, un novillero de la tierra saliendo a hombros por la puerta grande del coso de la calle Xátiva.

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