sábado, 17 de octubre de 2009

Tarde de toros, fiesta, detalles y una buena causa

Buen festival el ofrecido en Valencia ayer tarde en beneficio de la Casa de la Caridad. La afición valenciana llenó un tercio de la plaza para disfrutar del toreo de Manuel Manzanares, Espartado, Ponce, Fandi, José Mª Manzanares, Perera, Talavante y el novillero de la tierra José Arévalo. En total ocho artistas que se sumaron a la causa y nos ofrecieron una buena tarde de toros. Los novillos fueron donados por diversas de las ganaderías más prestigiosas en el panorama taurino actual.
Abrió tarde Manuel Manzanares a caballo. Su novillo, de Fermín Bohórquez, no quiso saber nada de caballo y caballista. Manuel fue buscando y sacándole una faena intermitente, con pasajes que calaron en el tendido y otros más fríos. Recibió las dos orejas.
Espartaco fue recibido cariñosamente por la afición valenciana. Al de Espartinas le tocó en suerte un novillo de Juan Pedro Domecq, escaso de fuerzas, al que fue haciéndole las cosas con suavidad, a media altura, consiguiendo sacarle faena y despidiéndolo con una gran estocada en todo lo alto con la que consiguió los dos apéndices de su oponente.
A Enrique Ponce le correspondió el de Zalduendo, con el que se abrió bien de capa a la verónica. Brindó al respetable y a partir de ahí, el novillo se vino a menos y el de Chiva solo pudo arrancarle dos series de muletazos abreviando con el estoque.
El Fandi recibió a su oponente, de Hermanos Jiménez, con una larga cambiada de rodillas, a partir de ahí siguió con bullidoras verónicas con las que hizo entrar en calor al tendido. En el tercio de banderillas le cedió uno de los pares a José Arévalo, el cual no se amilanó y supo estar a la altura de su ídolo y por esta tarde compañero David. Bonito el gesto de Fandila con el joven de Moncada. El Fandi toreó bien por ambos pitones en una faena que fue a menos antes de que el granadino cortase una oreja.
El quinto, de Garcigrande, le correspondió a José Mª Manzanares. El alicantino demostró su dimensión de gran torero planteando una faena llena de ligazón, compás, temple, ritmo y hondura. Pudimos saborear el gran toreo que lleva dentro y paladear detalles de gran belleza plástica como fueron algunos remates por abajo. Siguiendo la tónica de la temporada, mató de una estocada entera concediéndosele las dos orejas con petición del rabo.
Miguel Ángel Perera dejó claro con el suyo, de Núñez del Cuvillo, lo que nos tiene acostumbrados. El extremeño no se deja ganar la partida ni en los festivales, buscó las cercanías y supo sacar buenas series de muletazos a su novillo, con el que tuvo un pequeño susto. Finalmente cortó una oreja.
Alejandro Talavante, que atraviesa un gran momento en este final de temporada, pudo sacar algunas buenas series a un novillo de La Palmosilla. Un trasteo serio con buenos remates por abajo. Como su anterior compañero, cortó una oreja.
Cerraba el cartel José Arévalo, novillero de la tierra, que había salido por la puerta grande la semana pasada en esta misma plaza en el que es su primer año con caballos. A el le correspondió un buen novillo de Montalvo al que recibió de rodillas con una larga cambiada. A partir de ahí comenzó el alboroto con un Arévalo que se mostró con muchas ganas. Llevó al novillo al caballo galleando por chicuelitas, más por sus ganas de demostrarlo todo en un novillo que por la condición de este. En el tercio de banderillas devolvió el gesto al Fandi y volvió a conectar el público en lo que estaba siendo una tarde muy larga. Brindó la muerte del astado al resto de sus compañeros y comenzó la faena por estatuarios a una mano. Siguió con entrega sacándole un par de buenas series por el derecho, mezcladas con manoletinas y demás, pecando de una mala composición de la faena. Buscando las cercanías fue prendido sin consecuencias por el novillo, se volvió a levantar y a dar la cara. A partir de ahí el novillo se rajó a consecuencia de que se le había exigido demasiado anteriormente. Arévalo mató de una estocada entera y se le recompensó con las dos orejas.

Finalizó el festival y con él la temporada valenciana. Ahora solo cabe esperar lo que vaya aconteciendo este invierno y esperar que salgamos ganando los aficionados valencianos y la fiesta.

domingo, 11 de octubre de 2009

Los tres novilleros a hombros con una buena novillada de Los Chospes

Para dar cierre a la miniferia de Octubre se había programado una novillada sin picadores con la participación de Jesús Duque y Román, ambos de la escuela valenciana, y Roberto Blanco, de la escuela de Salamanca. Finalmente Román no pudo estar presente en la tarde de su presentación en su plaza a causa de una lesión, lástima ya que habían ganas de verle después de una buena actuación en la reciente feria de Algemesí. En su lugar actuó Juan Cervera, también de la escuela de Valencia y conocido ya por sus anteriores actuaciones en esta plaza. Los novillos pertenecieron a la ganadería albaceteña de Los Chospes, novillos con muchos pitones, de buena condición, nobleza, fijeza y toreabilidad, llegándosele a conceder la vuelta al ruedo al sexto de la tarde.
Jesús Duque, de Requena, cortó un apéndice a cada uno de sus oponentes ante los que mostró seriedad y buen hacer, por destacar algún pasaje de sus dos faenas cabe mencionar su juego de muñecas en el saludo con el capote al que abrió plaza, además de algún que otro muletazo hondo con la mano izquierda, pecando al final de sus dos actuaciones de algún detalle de cara a la galería con la intención de cortar las orejas.
Juan Cervera, de Benifaraig, llegaba tras varias actuaciones ya en esta misma plaza. A su primero le hizo faena de dos orejas pero erró con la espada, consiguiendo así una. En el segundo cambiaron las tornas y lo que fue faena de oreja se premió en exceso dándole entrega de los dos trofeos. El valenciano mostró saber estar en la plaza durante toda la lidia, dejó muletazos de mucha clase y belleza plástica, entre ellos algunos doblones con la derecha y vistosos remates por abajo. Su trasteo fue demasiado constante, sin variaciones, enroscando demasiado la embestida de los novillos a su cuerpo buscando las series de redondos cuando debería hacer enganchado los muletazos adelante y haberlos llevados atrás y por bajo, no cortándolos como ocurrió en la mayoría de ocasiones. A su primer novillo debería haberlo citado de lejos e ir toreándolo desde la distancia, quizás buscó demasiado temprano las cercanías. Puliendo sus defectos y variando su concepto, Valencia puede tener torero.
Roberto Blanco, llegó a la capital valenciana con ganas de demostrar que quiere ser torero. A sus dos oponentes los recibió a portagayola, jugándose el pellejo, y durante sus dos actuaciones anduvo entregado. Sin embargo esto solo fue un complemento a lo que el salmantino mostró de verdad. Supo pisar los terrenos necesarios a cada novillo, poniéndole siempre la muleta en el sitio, llegando a cuajar series con ligazón y buen ritmo. No se quedó atrás respecto de sus compañeros y cortándole una oreja a cada uno de sus novillos también salió por la puerta grande.

viernes, 9 de octubre de 2009

Arévalo se impone en la final del ciclo "Camino a matador" de Valencia




El joven de Moncada se impone en una aprovechable y noble novillada, aunque falta de recorrido en general, de Hdros. de M. Santos Alcalde, consiguiendo así su primera puerta grande con caballos en la capital del Turia. Por su parte José Mª Arenas compuso una buena faena con su primero mostrando sus buenas dotes pero no llegando a conectar en ningún momento con el tendido, aun de esta manera hubiese podido conseguir un
trofeo de no haber errado con los aceros. La mala noticia vino por parte del también valenciano Manuel Sarrión que comprobó como su primer novillo era devuelto a los corrales tras haber entrado a matar en cuatro ocasiones.

La actuación de José Arévalo se esperaba en esta su plaza desde que el 10 de Mayo fuese corneado en su segundo novillo, tras haber cortado una oreja a su primero y camino de otra con el que tubo su bautismo de sangre. El de Moncada no falló y ya dejó muy claras sus intenciones con un par de banderillas que le cedió José Mª Arenas en su primero y realizando un quite por gaoneras en el segundo de la tarde, correspondiente a Manuel Sarrión.
A su primero Arévalo lo recibió a portagayola, seguida de dos largas más de rodillas en los medios. Desde ese momento comenzó una de esas tardes a las que el valenciano tiene acostumbrado al público. Variado con el capote durante toda la tarde realizó gaoneras, largas cambiadas de rodillas, lopecinas, verónicas, revoleras, galleos por chicuelinas y rogerinas al paso para conducir a los novillos al caballo. En su primer tercio de banderillas devolvió el gesto a José Mª Arenas cediéndole el segundo par y en el tercero Arévalo recordó al ídolo valenciano, Dn. Vicente Ruiz "el Soro" con su par de la moviola. Dió comienzo a la faena con estatuarios a una mano, muy julistas, para a continuación dejar dos series por el pitón derecho mostrando un progreso considerable desde su última actuación, muletazos templados y con gusto. A partir de ahí la faena vino a menos. Culminó el novillero con manoletinas de pie y de rodillas, volviendo a enganchar al público, y una buena estocada cayendo así la primera oreja de la tarde.
Con su segundo no tuvo tanta opción como con el primero, un novillo que huía de la pelea y más bien se defendía en lugar de embestir. Arévalo volvió a mostrarse bullidor con el capote y en un tercio de banderillas más completo y serio que el de su primer novillo. Con la muleta trató de darle fiesta a un novillo que no quería saber nada de lo que allí estaba pasando y finalizó la faena con una buena estocada. Fue premiado con una oreja más por su arrojo y entrega y como recompensa al conjunto de todo lo mostrado en este concurso de camino a matador que por lo mostrado en esa faena. Merecidas las orejas y por fin, un novillero de la tierra saliendo a hombros por la puerta grande del coso de la calle Xátiva.